martes, 16 de diciembre de 2014

Zona de promesas


Hace tiempo que no escribo nada (perdón, perdón), y no podía empezar a escribir este balance del año sin burlarme de mi propio balance del año (sí, hoy estoy de buen humor). Así que si no quieren leerlo pueden darme un gran APS. 

Advertencia previa: esto está terriblemente desordenado.

Lo más difícil de hacer este ejercicio es que no tengo una plantilla excel llena de las bondades y de los eventos negativos que viví. Lo único que tengo escrito y latente, aunque sea en alguna parte de mi corazón, es que este año me convertí en adulta. Si no creen eso, al menos dejé de sentirme como una adolescente, y mi adolescencia se marchó cuando llegó el trabajo estable y las responsabilidades. La primera semana de enero dejé de ser empaque y me dediqué durante dos meses a aumentar las cifras del desempleo nacional (excepto porque hice los matrimonios de Mariana-Jaime y de Leslye-Juan, mis primeros matrimonios religiosos :)). 

Si tuviera que definirlo de alguna forma, diría que este año comenzó intensamente prometedor, y que contra viento y marea, siento que entré a la zona de promesas. Ya estoy adentro.

Fuera de todo el cliché del nuevo año, en enero pasó todo lo improbable, incontrolable e increíble. ¡Hasta me pagaron el sueldo del mes completo por haber trabajado sólo seis días de cajera! jajaja. Fue un mes mágico que definió mis expectativas. En enero decidí mis metas del 2014. Me sacaron dos muelas del juicio y tomé la opción de ser fotógrafa dentro de la PDI. 

Cuando aposté todas mis cartas a la PDI me puse a trabajar para juntar la plata para la matrícula. No vale la pena arrepentirse, incluso no vale la pena mencionarlo, pero creo que lo único bueno que saqué de ahí fue que aprendí a separar mi "basura" para reciclar. Ah y los paisajes pa las fotos del instagram jajaja. 

Me pasé algunos meses estudiando para las pruebas de conocimiento. Antes de eso celebré mi cumpleaños con mis personas más muy queridas :) (aunque faltaron algunas). El día de la prueba, Chile perdió contra Brasil en el mundial (cosa que ni me importa, a mí me gusta la selección holandesa :B). Luego supe que pasé la prueba; y, dentro de mí, sé que hubiera pasado cualquier prueba que requiriera de esfuerzo y dedicación, por eso mi terror apuntaba a la prueba psicológica. No había nada que pudiera calmar mis nervios y mi timidez.

Me hice la promesa de que si no pasaba la prueba renunciaría a mi trabajo, pero antes de saber los resultados, me echaron :). Lo cual fue perfecto, porque así me dieron plata por echarme jajaja. Una semana después murió el Tambor, y la misma noche me asaltaron entre Canal Beagle y Limonares, cuando iba de sorpresa al cumpleaños de mi pololo. Eso podría ser nefasto, pero me unió más a sus amigos y pololas de amigos, porque de alguna forma ya teníamos una anécdota de la que reírnos. Y el Tambor, bueno. El tambor se ha convertido en una cicatriz que duele en medio del invierno. Que duele cuando hace frío, pero que es un recuerdo hermoso, peludo y suavecito.


Cuando me echaron, y cuando supe que no quedé seleccionada, rompí mi lista de metas del 2014 (cuanto menos ya me habían sacado las cuatro muelas del juicio), y apunté la mira a la fotografía. Quise ser fotógrafa luego de la jefatura, los abusos, y los tiempos que debía dedicar a un trabajo que odiaba. Toqué fondo, como dirían en primer plano. Nada de eso es para mí. Y quizás no sea para nadie, pero tengo la suerte de haber estudiado una carrera libre.

Imprimí mis portafolios, que pensé que nunca me servirían, pero si sirvieron. Quise irme de mi casa, quise irme a vivir a Santiago. Me desesperé, y en algún momento rompí mi vida y mis relaciones. De haberme quebrado rescato haber reconstruido mi relación de pareja y haber forjado un círculo de personas que quiero que estén por el resto de mi vida. Sé que con pegamento el jarrón roto no queda igual. Probablemente las cosas no vuelvan nunca a ser iguales. Probablemente se vaya a filtrar un poco de agua, pero echarlo todo a la basura no era una opción.

Luego, de la nada, llegó Felipe, mi nuevo "jefe" (no le gusta que le diga jefe jajaja), y me dio la posibilidad real de trabajar en fotografía. Y ese fue el impulso final. Mi 40D había muerto, y a esas alturas la 30D ya tenía el botón de obturador malo, y yo hace tiempo venía queriendo una nueva cámara. Hace tiempo le había echado el ojo a la 5D, primero a la Mark II, y luego a la Mark III. Pero la posibilidad de trabajar con él se abría en diciembre. Y creo que quedaba un mes y medio para eso. 

Murió mi bisabuela. Fue un año marcado por la muerte, pero ella ya estaba mal, conectada a sondas y con una demencia senil que ya no le permitía ni siquiera comer o ir al baño.

Seguí en mi eterna cesantía, y pese a todo cumplí con todo. Con mi casa y con mi dentista. A mediados de noviembre empecé a trabajar de copera en Pepe's Pizza, donde conocí gente increíble, como la Marcela y el Jorge (un saludo chiquillooos). Y el 29 de noviembre lo dejé ir. El 20 de noviembre, gracias a mi hermano, compré mi nueva cámara :) Entremedio llegó Nino, una lechuza que encontré a medio camino, y que también murió :( 

El 1 de diciembre entré a jumbo.cl, donde también he conocido a gente bacán. Este 13 de diciembre abrí mi temporada de matrimonios, y ayer 15 de diciembre llegó la cámara. Y me enamoré de ella (y sí, le dediqué dos canciones jajaja: a primera vista de Aznar, y puente de Cerati). Y ahora quedan 15 días para acabar el año :). Estoy esperando que llegue mi logo para abrir una página dedicada a los matrimonios y a las fotos amorosas, estoy expectante porque el próximo año haré clases, y porque parece que ahora sí me sacarán los frenillos. Te espero 2015. Pero ya no te espero en segunda fila.

Infinitas gracias a los que me ayudaron a llegar hasta aquí: a mi hermano, a Sol, David, Olga, Felipe, Mariana, Néstor, Daniella (que es como un duendecito de pascua)... a los que me recomiendan aunque me mande puras embarradas, a los que creen en mí, a mi mamá por supuesto y también a Fabian (lo logramos amor! :)). A mi padre de lejos, ojalá las cosas mejoren para él. A la gente que quiero, a los que fueron a mi cumple jajaja (pensaba que me iba a quedar sola en una mesa). A mi familia. Al laurel que hay en mi billetera y que mágicamente hizo que no me quedara nunca sin dinero (soy muy supersticiosa).

Gracias y chao :). El 2014 si fue el año del caballo, y yo recién estoy empezando a galopar...

Matrimonio de este sábado 13 de diciembre...


P.S: No sé porqué siempre parece que escribo frenéticamente, cuando me tomo toda la calma. 
P.S II: Hoy me gané un marco para cuadros, la suerte está de mi lado :)
P.S III: Sí, Cerati también murió :(

1 comentario:

  1. Que bueno que no tenías un excel con todo lo que pasó, así solo quedó lo que de alguna u otra manera va a trascender y quizas cuando leas esto en algunos años vas a recordar como fue y como te sentiste al plasmarlo en palabras.

    Feliz galope!

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