domingo, 19 de octubre de 2014

Song for no one

No quiero molestar, pero yo quería que tú me quisieras como yo te quise, como yo te quiero o como tú querías y te apasionaban tantas cosas más que nosotros. 
Yo quería ilusionarte al menos la mitad de lo que te ilusiona tu equipo de fútbol, motivarte la mitad de lo que te motivan tus amigos... aunque yo no sea nada de eso, aunque yo no sea ni la mitad de interesante. Siento que no te provoco un cuarto de nada, de ningún sentimiento, y eso me hace llorar aunque tú no quieras, aunque tú no sepas ni te des cuenta. Ojalá leyeras esto...

No te provoco que me hables, no te provoco que me preguntes. 
Si has tenido una semana de mierda, al final no esperas verme a mí. 
Cuando estás conmigo también estás con tu celular. 
No entrelazamos los dedos cuando me tomas la mano, no me abrazas ni me besas en la calle -aunque ayer me abrazaste... que bien se siente eso y que bueno que hacía frío-.
No me escribes nada en facebook. No me mandas animalitos amorosos, ni mensajes de texto, ni imágenes, ni ningún detalle que te recuerde a mí. Aunque sea un mono.
Nunca das las gracias.

Me pregunto si yo arruiné la relación hasta este punto, porque aunque nunca fuiste cariñoso, cada vez vamos peor. Y es que a mí también se me muere el cariño. A mí también me dan ganas de voltear la cara a la ventana y esperar hasta que me digas algo. Algo que no me vas a decir. O algo que muchas veces se convierte en la misma pregunta: ¿Te pasa algo?. No, nada. Sólo estoy sentada esperando, caminando esperando, acostada esperando, y quiero saber si vale la pena la espera. Si tendría que destruirme el corazón hasta llegar al tuyo. Perdón por el drama, sólo estaba preguntándome si en verdad me quieres, y cuál es tu forma de querer. Sólo estaba preguntándome si puedo remediar esta relación, si puedo hacer algo por nosotros.

No quería molestar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario