Ayer la Guisela me dio un montón de entradas para ir al Festival de Cine Europeo, y como no he tenido mucho tiempo, de las seis películas que ya han dado yo sólo he podido ir a una función: la de Todas las canciones hablan de mí. La película no me gustó mucho, pero hay un monólogo -a modo de carta- que espero recordar para siempre:
"He estado intentando convencerme de que abandonar a una persona no es lo peor que se le puede hacer. Puede resultar doloroso, pero no tiene que ser una tragedia.
Si uno no dejase nunca nada ni a nadie, no tendría espacio para lo nuevo.
Evolucionar constituye una infidelidad; a los demás, al pasado, a las antiguas opiniones de uno mismo.
Cada día debería tener al menos una infidelidad esencial, una traición necesaria. Se trataría de un acto optimista, esperanzador, que garantizaría la fe en el futuro. Una afirmación de que las cosas pueden ser, no sólo diferentes, sino mejores."
hermoso!
ResponderEliminarSí, a mí me encantó :)
ResponderEliminar