No importa que tan poco te demores en ir a buscar un carro para un cliente que tarda en desocupar el suyo, siempre que llegues de vuelta a la caja, el carro ya estará desocupado (y la caja con la mercadería acumulada).
Mientras más cansado estés, menos trabajo habrá (y será una pérdida de tiempo estar tres horas y media parado en el turno).
Mientras más cansado estés, más trabajo habrá.
Ninguno de tus innumerables esfuerzos por verte mejor en pantalón de vestir y chaqueta brillante jamás darán resultado.
Siempre que un cliente te quiera ayudar a empacar, será un completo simio a la hora de organizar la mercadería en las bolsas. Eso te romperá los nervios (y de paso romperá los huevos... y los fideos).
Siempre que un cliente te quiera ayudar a empacar, será un completo simio a la hora de organizar la mercadería en las bolsas. Eso te romperá los nervios (y de paso romperá los huevos... y los fideos).
Mientras más bolsas dobles des, menor será la propina.
Siempre estarán llenas las cajas ocupadas por los encargados (puntos fijos).
Siempre que seas el último empaque esperando al último descriteriado que pase por caja a las 22:36 de la noche, te darán $200... recuerda que es un descriteriado, no le interesa ni que ya hayan cerrado el supermercado :).
Siempre que seas el primero en la fila para ir a empacar, alguien querrá cambiarte dinero y tendrás que ceder el puesto.
Mientras más idiota y desordenado empaques en las bolsas, mayor será la propina... y el sentimiento de culpa posterior.
Nunca sabrás si eres un simple empaque o si también eres un guía turístico de señoras perdidas.
Siempre que alguien quiera llamar a tu celular, lo hará mientras estés empacando y no puedas contestar.
Siempre estarán llenas las cajas ocupadas por los encargados (puntos fijos).
Siempre que seas el último empaque esperando al último descriteriado que pase por caja a las 22:36 de la noche, te darán $200... recuerda que es un descriteriado, no le interesa ni que ya hayan cerrado el supermercado :).
Siempre que seas el primero en la fila para ir a empacar, alguien querrá cambiarte dinero y tendrás que ceder el puesto.
Mientras más idiota y desordenado empaques en las bolsas, mayor será la propina... y el sentimiento de culpa posterior.
Nunca sabrás si eres un simple empaque o si también eres un guía turístico de señoras perdidas.
Siempre que alguien quiera llamar a tu celular, lo hará mientras estés empacando y no puedas contestar.
Me río mucho con tus posts, de verdad que tu tienes el don de la palabra (escrita), eres como para escribir stand ups ( así nivel club de la comedia). Creo que debieras juntar estas anécdotas en un libro.
ResponderEliminarJajajaja cuando tenga muchas anécdotas haré el libro gordo del empaque jajaja
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