jueves, 8 de agosto de 2013

La vida que elegiría hoy

Hoy es jueves 8 de agosto de 2013, son las 18:47 y empiezo a escribir la vida que elegiría hoy. Hoy. Tal vez no mañana, y claramente no es la misma que hubiera elegido hace seis meses, cuando quería vivir en un departamento en Santiago. Así cambian las ideas, no las vidas, porque tal vez sigo donde mismo estaba hace seis meses. Pero eso va a cambiar. 

Si al frente mío hubiera una tómbola llena de vidas y vacía de prejuicios, elegiría esta hoy:

Primero elegiría que mi mamá estuviera estable y feliz, en una casa bonita, viviendo con alguna pareja y rodeada de amor y plantas.

Entonces me iría sabiendo que ella está bien, y ahí empezaría este sueño...

Cada vez que pienso en algo material que me gustaría tener, se avecina un problema. El secreto es dejar de pensar, porque en algún momento me gustaría dejar de sembrar cosas materiales para el futuro y vivir el presente. Nada más.

Entonces tendría que empezar a elegir y a optimizar. ¿Una Volkswagen Combi? Sí, esa si que llena. ¿Pero viviendo el día a día cómo pagaría la bencina? No sé. Tal vez sea mejor hacer dedo. Pero tampoco quiero vivir viajando.

Ahora que lo escribo todo es más claro. Elegiría tener una cabaña en un bosque. Una cabaña sin pretensiones de nada, sin ganas de salir en una revista. Ese sería el lugar donde volver, o tal vez donde terminar el viaje.

Entonces buscaría trabajos esporádicos en los lugares por donde anduviera. No quiero un viaje corto, quiero permanecer en muchos lugares. Así que igual sería feliz de mesera o temporera o haciendo cualquier cosa.

Llevaría mi cámara, obvio, y sacaría fotos en los paisajes desconocidos con los que sueño.

Si tuviera que elegir qué cosas no dejaría, o me costaría mucho dejar serían la cámara, el agua caliente y la cama... De hecho, elegiría una guitarra viajera para tocar y sobrevivir (si supiera tocar), pero la cámara y los lentes ya ocupan mucho espacio en mi mochila y en mi espalda (y en mi vida).

En el sueño de esta vida como papas fritas en fuentes de soda, y la cama nunca está vacía, porque hay amor, de ese amor que ama y disfruta todos los días. En el sueño de esta vida hay viajes y fotos, hay trabajo, hay hambre, hay insomnio y hay drogas y amigos esporádicos que echan sus raíces en mi vida. Esa sería mi vida. Lejos.

Hoy es el día en que cambiaría mis sueños serios por sonrisas. 

4 comentarios:

  1. La bencina la podrías pagar resolviendo misterios!

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  2. Me gustó, yo cambiaría la cámara por la guitarra porque pastelero a tus pasteles :D

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  3. jajajajajaja hdfjgjhgdsgjd pastelero a tus pasteles, qué es ese dichoooo! xD será muy antiguo? :) Ya no sé si es lo que quiera hoy domingo. Quizás sí, quizás no. Así cambian mis planes.

    :3

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